Star Wars Celebration Europe 2016: Crónica visitante

¡Hola! Hoy os voy a hablar de mi experiencia como visitante
de la Star Wars Celebration Europe 2016 en Londres. Si queréis leer mi crónica cosplayer echadle
un ojo a esta entrada.

En este post os quiero hablar de mi visita como persona no disfrazada.
El jueves nos dio tiempo a visitar Londres y el viernes empezó la SWCE. Fue una
convención enorme llena de actividades y hubo mil cosas que no pudimos hacer,
pero en las que conseguimos entrar lo pasamos bomba.

Como os he dicho, el jueves llegamos a Londres y fuimos a
visitar el Madamme Tussauds, que es un museo de cera increíble. Yo no he
visitado el de Madrid pero, por las fotos que he visto, no le llega al de
Londres a la suela de los zapatos.
Nuestro principal objetivo era ver la exposición de, cómo no, Star Wars;
pero, para llegar a esa zona, hay que chuparse el museo entero.

Lo que más me impresionó fue la zona de los famosos de
Hollywood, que está ambientada como en una fiesta de lujo y el paseíto en tren/taxi
sobre raíles “Spirit of London”, que explica la historia de Londres en un
recorrido precioso por todas sus épocas, presentando acontecimientos y
personajes históricos con figuras en movimiento y decorados alucinantes.

Lo que
menos me gustó fue la experiencia 4D de los vengadores. Me resultó una especie
de tortura medieval vomitiva. Consistía en un cine 3D con la particularidad de
que, en ciertas ocasiones, coincidiendo con el momento de la proyección, te
echaban agua o un chorro de viento a la cara o, en el más apoteósico de los casos,
Lobezno le clavaba las garras a alguien y del respaldo del sillón salían unas
protuberancias que te presionaban la espalda. De verdad, que lo pasé fatal,  estuve toda la proyección en posición fetal.
Me pareció de lo más desagradable. Pero, bueno, a mi alrededor la gente lo
gozaba.

Después de pasar por la zona de cantantes, deportistas,
líderes mundiales, una sala en la que explicaban cómo realizaban las figuras de
cera (muy interesante) y las mencionadas anteriormente, llegamos a la
exposición de Star Wars. ¡Qué maravilla! En ella pudimos ver reproducciones de
los escenarios y personajes de toda la saga. Lo mejor de todo es que cada zona
estaba habilitada para poderse hacer fotos en los escenarios y estaba permitido
tocar absolutamente todo.

Como en el
resto de exposiciones, la calidad y fidelidad de las figuras era impresionante
y lo pasamos como enanos haciéndonos fotos. El
único punto negativo es que estaba lleno de gente que no paraba de
ponerse en medio y que no respetaba para nada el orden para hacerse fotos.  Para la última foto, con Vader y el
Emperador, estuvimos como 15 ó 20 minutos esperando a que todo el mundo dejase
de ponerse en mitad del decorado. ¡¡Pero lo conseguimos!!

Al salir del museo nos dimos un paseíto por la ciudad.
Teníamos entradas para subir al London Eye, pero la cola era infinita y se nos
hacía tarde para volver a cenar. Llamadme pija, pero me echó un poco para atrás
que no hubiera asientos en las cabinas de la noria, aparte del aforo:
fácilmente la atracción dura 40 minutos y en cada cabina caben unas 20 personas
de pie. Pensaba que ese cacharro estaba diseñado para tener una experiencia más…
¿romántica?. Una vez más, cuestión de gustos (odio las aglomeraciones).

Por fin el viernes llegó el día del evento.

Para empezar, os cuento un poco cómo funcionaba el tema de
las charlas en el escenario principal: todas las mañanas a las 6:00 se abrían
las colas, una por actividad/charla en la que se daban pulseras para entrar a
cada una de ellas. Cada visitante podía llevar un máximo de dos pulseras por
día. ¡Era muy difícil elegir! Pero estaba todo muy bien organizado. Nosotros
tuvimos una suerte tremenda porque nos moríamos por ver la charla de Mark
Hammil y el viernes nos levantamos tardísimo. Llegamos a eso de las 9:30 a la
cola, ya casi no había nadie, y nos hicimos con las últimas pulseras. Una
locura.

A eso de las 10:30 se abrieron las puertas y pudimos echar
el primer vistazo antes de entrar a ver a Mark Hammil. Nada más entrar al
escenario principal ya daba subidón porque era gigantesco, tenía capacidad para
4.000 personas y estaba a reventar. Nosotros cogimos asiento casi atrás del
todo porque llegamos justitos, pero estuvo muy bien todo. Sólo me arrepiento de no haberme llevado el teleobjetivo.

¿Qué queréis que os diga? La charla fue estupenda. Hablo
desde la garrulez absoluta porque yo nunca antes había asistido a una
convención como ésta (cuando fui a Gamescom fue a currar y no pude ver nada),
¡una convención con famosos internacionales!

Mark Hammil estuvo fantástico.
Simplemente estuvo ahí, en el escenario, hablando y contestando preguntas. Se
hizo muy ameno y creo que a todos los presentes
nos alegró el corazón. No tengo mejor manera de describirlo.

Al  terminar su show,
nos fuimos corriendo al hotel a cambiarnos para el concurso de cosplay. Ya
sabéis que escribí sobre la experiencia cosplayer aquí.

Por la noche volvimos para ver “Una nueva esperanza” en
pantalla grande, gritando y con aplausos. En realidad me pasé la mitad de la
peli emocionadísima twitteando fotos del concurso de cosplay, pero disfruté
mucho del ambiente.

El sábado volvimos a tener suerte.  Nos volvimos a levantar tarde, pero llegamos
de coña para coger pulsera para la charla de Anthony Daniels (C3PO). También
estuvo fantástica, presentada por Warwick Davis en formato late night, muy
divertida. Aunque, personalmente, la de Mark Hammil me pareció mucho más cercana y
campechana.

Estos dos se montaron una especie de programa de televisión con
secciones y tal, con participación del público, etc. Al final hubo ronda de
preguntas, que fue, para mi gusto, lo más interesante y agradable junto con un
relato del comic en el que se cuenta cómo C3PO consigue su brazo rojo. Muy
emotivo.

También nos metimos a otra charla en un escenario secundario
(sin pulsera) con los creadores de criaturas de efectos prácticos del episodio
VII. Estuvo tremendamente interesante: mostraron muchísimos conceptos, bocetos
e ideas desde los personajes más insignificantes hasta el proceso de
elaboración del casco chamuscado de Darth Vader.

Lo que más me gustó de esa charla fue cuando explicaron cómo
se plantearon meter a personas dentro de algunas de las criaturas, aprovechando
el espacio y las características del cuerpo de la persona y de los monstruos
para darles vida, credibilidad y llenarlos de detalles. Fue muy inspirador
desde el punto de vista cosplayer y, una vez más, una manera  de mostrar que la creatividad no tiene
límites.

Después de comer nos pasamos por la zona de autógrafos y
pudimos coger número para un autógrafo de Peter Mayhew (Chewacca) y fotos con
Anthony Daniels y ¡Ray Park! La de Ray Park se la hizo Winters, pero yo estuve
dentro de la cabina, jijijiji. Muy majos los dos.

Este fue mi segundo momento
paleto. Siempre había visto esas fotos con famosos en las convenciones hechas en
estudio delante de un fondo estucado horroroso  y ahí estábamos nosotros, en un cubículo
acondicionado a tal efecto con ese fondo rancio que jamás pasa de moda. Mereció
totalmente la pena cada céntimo.

El único punto negativo es que la organización era un poco caótica. Pagamos por
un autógrafo de Mark Hammil y, al llegar a su puesto, un chico nos dio un
papelito con el número ochocientos y pico. Iban por el 60 y nos advirtió que no
llegaríamos a verle ni de coña con un gesto bastante despectivo. ¿Para qué dejaban
pagar si ya era seguro que nadie iba a llegar a verle? Por supuesto, nos
devolvieron el dinero, pero la amargura del momento no nos la quitó nadie. De
verdad que el chaval que repartía los números era muy antipático. Luego nos
hizo lo mismo con Sam Witwer: nos dio el número y nos dijo que no le veríamos
ni en pintura en un tonito jocoso. ¡Cabrón! (Agita el brazo, hijo).

También pillamos pulsera para ver la charla de EA, pero
tuvimos problemas personales que nos impidieron volver a la convención hasta el
domingo a última hora.

Ya lo dije en mi anterior entrada, pero lo vuelvo a decir:
me sorprendió muy gratamente el nivel y la cantidad de cosplay que pudimos
encontrar fuera de concurso. Creo que es la convención en la que he visto más y
mejor cosplay junto. Ya sé que la SWC es una convención muy especial, con fans
muy devotos. Sé, por comentarios de amigos y conocidos, que fuera de España el
nivel no es mucho mayor del que podemos encontrar por nuestras tierras y que en
general estamos en la media. Un ejemplo: Cuando vinieron Monica Lee y Riddle a
Murcia me dijeron que la gente allí hacía cosplay de una forma muy parecida a
la de los estadounidenses. Y choca que te digan eso en una convención
relativamente pequeña porque lo que nos llega de EEUU a través de las redes
sociales son cosplays muy currados. Pero una cosa es lo que llega y otra lo que
hay. Y hay de todo, igual que aquí.

Lo de la Star Wars Celebration es muy serio, la gente va muy
bien disfrazada y a cada paso que das te encuentras con algo que te sorprende.
Ya no es sólo la inmensa cantidad de troopers de todo tipo, que imponen, sino
de droides, twi`leks, mandalorianos, wookies (alucinantes), criaturas…  Además de la edad de los cosplayers, que es
bastante más madura que lo que se suele ver en otros eventos.  Da una sensación de seriedad, de que el
cosplay, efectivamente, no es cosa de críos, sino que es una afición muy bella
y profunda. Por primera vez en mucho tiempo tuve la sensación de encajar totalmente en una convención, de sentirme parte de la afición. De este sentimiento a lo mejor os hablo algún día, que me
enrollo.

Total, que a última hora estuvimos viendo tiendas y
exposiciones. De esto os dejo fotos porque describirlo sería un rollo patatero.
Destacaría la exposición de trajes de Rogue One y la de droides.  En cuanto a las tiendas, había una de
bolígrafos de lujo con motivos de Star Wars y otra de reliquias de la saga con
todo tipo de elementos de las películas: planos de naves, droides, vestuario,
fotografías, ¡hasta pelo original de ewok
! Ropa, calzado, joyería, obras de arte, juegos de mesa… A veces lo único que separa a Star
Wars de una religión es que los fans somos plenamente conscientes de que es
ficción (o eso espero).

En definitiva: la Star Wars Celebration ha sido una
convención inolvidable, completa y muy emotiva. Creo que hemos podido sacarle
muchísimo provecho, por lo que se ha convertido en una experiencia memorable y en una
referencia  personal. La organización ha
sido maravillosa y el ambiente muy bueno, muy cívico y agradable. La SWCE ha
dejado el listón muy alto. De hecho, me ha dado ganas de visitar más
convenciones del estilo en el extranjero como la MCM. Y, para empezar  ¡ya tenemos entradas y el viaje preparado
para ir a la SWC de Orlando el año que viene! Han anunciado que la próxima va a
ser gigantesca y no nos la queremos perder. Va a ser nuestra primera vez en
EEUU y estoy emocionadísima. Eso sí: llevaremos cosplays ligeritos.

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