Dragon Age Origins: Morrigan: Falda, correas, botas, peluca y de todo un poco.

¡Saludos cordiales desde la comodidad de mi casa! Hoy vuelvo con más pormenores sobre la elaboración de mi cosplay de Morrigan. Cosplay del que, cuando tenga fotos, pondré alguna aquí si eso.

Simpática.

Ya os he hablado sobre cómo hice el top y el collar, los dos componentes que a mi me parecen más interesantes de este modelito; pero tengo también fotos del resto de cosas que he hecho para completar el “look” ligero de ropa de esta bruja de las espesuras silvestres. Son cosas que no dan para grandes entradas, así que este post va a ser un refrito de un poco de todo lo que no he explicado anteriormente.

Como esta mujer va vestida como si hubiera tenido un problema serio de orientación en el mercado medieval de su pueblo agravado por un acuciante síndrome de Diógenes, elegí diferentes tipos de polipieles para hacer las distintas partes del cosplay. Lo más guay de esto es que no se nota y la textura parece la misma en todas partes, pero a mi me hace ilusión mencionar el detalle.

Haciendo honor al anteriormente mencionado desorden psiquiátrico, y en un intento desesperado de ahorrar dinero, todas las prendas de polipiel las he hecho con retales que tenía en casa.

Lo primero que hice fue ese desorbitado número de cinturones que lleva colgando de la falda y rodeando las botas.

Hice las tiras con la polipiel del revés, enfrentando anversos, dándoles la vuelta de dentro a fuera y rematando los bordes con la máquina de coser.

Luego me dediqué a apretar ojetes durante un par de días. ¡El monstruo de los mil ojetes!

Hice un patrón de falda normal, lo modifiqué para que fuera más largo por detrás que por delante y lo dividí en las distintas piezas que tiene.

Después pasé los patrones a dos capas de polipiel bastante gruesa, uní las piezas y le coloqué una cremallera en el lateral, que no se ve porque lleva encima el cinturón ese que parece un zurrón. Fui uniendo las correas ojeteadas a la falda intercalando alturas y estilos. También, para reforzar ese carácter a lo Desigual, adorné cada cinturón con diferentes remates y costuras en color negro y ocre. Tonterías que le dan todo el aire zíngaro.

Hice el cinturón que lleva por encima con pelito blanco asomando e hice las puntadas con un hilo grueso ocre.

Para hacer los cubrebotas, me envolví la pierna y el pie con el zapato puesto en plástico de cocina y cinta de carrocero. Dibujé por encima las piezas de las que se compone porque, al igual que la falda, lleva luego puntadas locas por encima.

Enrollé más cinturones con más ojetes e hice los adornos de los tobillos con goma eva.

Ya sé que Morrigan no lleva tacones, pero paso de volver a ser la más bajita del grupo. O, por lo menos, la más bajita con diferencia, jajajajaja.

Lo bueno de estos cubrebotas es que los he hecho con la puntera al descubierto de forma que se pueden adaptar también a calzado plano, así que, si me canso en Expomanga, me pongo otras botas y ¡a vivir!

También con polipiel hice los brazaletes, el guante y la manga. La polipiel de la manga se está deshaciendo a trozos y me encanta por el efecto guarro que da. Muy Morriganesco.

La hombrera, las pulseras y el adorno del guante están hechos de goma eva, imprimados con látex vinílico y pintados con acrílicos. El acabado dorado lo pinté con la cera que mencioné en el post anterior, marca  Mayco “Touch ‘n Glo”. Pegué las plumas con termofusible.

Para terminar hablaré del peinado. Compré una peluca negra con flequillo largo en una tienda de Ebay (ahora mismo no sé en cuál). Hice una coleta, añadí una base de moño choni que tenía por casa y fui enrollando el pelo alrededor del mismo.

Y corté el flequillo monísimo. Soy tan genial que no tengo fotos del flequillo antes de cortarlo, así que os doy permiso para pensar que la peluca se generó espontáneamente sobre la cabeza de corcho.

Como extra, os dejo una imagen del prop más ecológico que he tenido nunca. Una réplica perfecta ¡¡porque la ha hecho Dios!! ¿Cómo os quedáis?

La historia de este palo es divertida: estuvimos en Fronda y vi uno que era perfecto. Me soplaban 90€. ¡¡Noventa euros por una rama seca!! Por suerte mi amigo Sender tenía ramas en su casa y me dio un par. Y así fue cómo conseguí mi bastón mágico totalmente gratis. Apasionante.

¡Una rama!

Está torcida, pero eso es por el efecto de batalla.

Y con esto ya he contado un poco cómo he hecho casi todo el cosplay de Morrigan. Ya sólo me falta estrenarlo en Expomanga y vivir la vida.

¡Hasta la próxima!