¡Muy buenas a todos! Hoy es el turno de hablar sobre la pintura y el envejecido de las armaduras de Destiny.
Antes de empezar, os recomiendo mucho dos lecturas cuyos conocimientos he aplicado en mis nuevas armaduras: “Painting and Weathering for Props and Replicas” de Volpin Props y, también, en el libro de Punished Props “Foamsmith: How to Create Foam Armor Costumes” hay un apartado dedicado a la pintura y desgaste.
Para empezar, utilicé Plasti Dip en spray para imprimar todas las armaduras. ¡Ya tenía ganas de echarle el guante a este producto! Lo he visto en miles de tutoriales y, por fin, lo venden en España, así que no dudé en comprar un par de latas.
Plasti Dip es una goma protectora que puede ser aplicada tanto con pinceles como en spray. Su uso es muy común en trabajos con carrocería. No da dureza a la goma eva, pero tiene propiedades muy interesantes como la de ser flexible, resistente a la humedad, no agrietarse y no estropearse con el paso del tiempo. Un plus es que, una vez aplicado, seca rápido, y se convierte en una especie de funda que, en caso de necesitarlo, se puede arrancar con facilidad sin estropear el material base.
Como mis armaduras están hechas con goma eva gruesa, que ya es bastante resistente, este producto me vino de fábula para terminar de acondicionarla.
Hay más colores (incluso tienen sprays con efectos muy chulos), pero yo compré el negro mate. Y muy bien todo, oiga. Di tres o cuatro capas a cada pieza y quedó de fábula. No perdí para nada las texturas, que era lo que más me preocupaba.
Una vez seco, pasé a darle color. Elegí el shader “llanto del demonio”, que lleva rojos, grises, marrones y negro. Quería un shader sobrio. La verdad es que Destiny tiene un montón de combinaciones de colores loquísimas y llamativas, pero no me acababan de cuadrar para mi cosplay. Curiosamente, una de las razones que me hicieron decantarme por estos tonos es que no me gustan. El rojo es un color que no me entusiasma demasiado, si me hubiera guiado por mis instintos felinos, hubiera escogido rosa, moradito o azul; pero para eso ya tenía a Tali, la armadura de Shepard, Garrus… Sobre todo no quería hacer otra armadura que recordase a la de Shepard. Conque decidí escoger una gama de colores distinta para tener algo de variedad en mi armario. ¿Estúpido o brillante? No sé, vosotros diréis.
En fin, coloqué cuidadosamente cinta de carrocero enmascarando las partes que no quería que se pintasen.
Me hice con unas cuantas latas de color rojo metalizado Tamiya TS-18. Esta marca de pinturas es otra cosa que llevaba tiempo queriendo catar porque se utiliza para dar color a maquetas y deja unos acabados “espectaculoides”. Quizás, pensándolo ahora que he terminado, no fue la mejor idea, ya que este tipo de pinturas quedan mejor en superficies lisas dejando ese acabado de carrocería impecable; pero no estoy descontenta con el resultado.
Tuve que dar unas cuantas capas hasta que cogió bien color.
Para el resto de partes negras, marrones y grises utilicé mi nuevo y flamante aerógrafo. La verdad es que es una auténtica pasada pintar con esa cosa: se gasta menos pintura, evitamos las odiosas vetas del pincel y, a la larga, es muchísimo más barato.
Mirad, cada lata de spray cuesta alrededor de unos 10€ y tuve que comprar 8 para cubrir toda la armadura. Un aerógrafo cuesta unos 130€ y cada bote de pintura para el mismo ronda entre los 2 y los 5 euros. Echad cuentas, con pintar dos armaduras ya empezamos a ahorrar y encima los acabados mejoran sustancialmente.
Pinté los detalles pequeños con pincel, eso sí. No es plan de ponerse a enmascarar cada milímetro y pintarlo todo a chorro.
Habiendo pintado los colores base, procedí con mi parte favorita: el envejecido. Primero utilicé pasta de color cobrizo aplicada con una brocha pequeña a toquecitos en algunas partes para simular un principio de óxido o descolorido. Como veis, hice esto en la zona interior (los valles) bajo los relieves, que es donde la mierdecilla tienda a acumularse.
Después apliqué pintura acrílica plateada utilizando la técnica del pincel seco en los bordes y salientes de cada pieza para dar ese efecto de desgaste y de pintura desconchada. Parece mentira cómo gana un trozo de armadura con un par de toques de guarreo.
También, en algunas esquinitas interiores, hice un efecto de óxido un poco más agresivo pegando pegotes de cola blanca mezclada con arena fina. Una vez secos, pinté un poco con todos los colores del arcoíris fijándome en imágenes de óxido en google. Me gusta.
Si ampliáis la siguiente imagen y os fijáis en la esquina que hay debajo del pecho, veréis mi intento de óxido. Sea como sea, el efecto me parece bastante chulo.
Para el cinturón quise emular la piel desgastada, así que utilicé varios colores más claros que el de base aplicados por los bordes y un poco a lo loco a lo largo del mismo.
¡Y ya está! Todo sucio y desgastado después de un viajecito por el Sistema Solar.
Eso es todo por hoy. Como de costumbre, podéis encontrarme en Facebook, Twitter y tal y Pascual. Si tenéis dudas, críticas o consejos, podéis dejármelos en los comentarios.
¡Gracias por leer!
El pasti dip lo aplicas sin echar nada antes a la goma eva, ¿no? Genial el post, me he apuntado ya los libros para pillarlos en cuanto pueda y también tus truquis de envejecido 😀
Eso es. Pongo el plastidip a pelo y queda bien. Vale como imprimación y lo tienen en varios colores e incluso con efectos chulos. Si lo encuentras del color que necesitas es imprimación y pintura 2 en 1.
Tienes o podrías hacer un post sobre uniones, enganches y trucos para llevar armduras, armaduras-telas y ciertas piezas sobra telas (no se si me explico ^^) Es a mi parecer una de las partes mas dificiles del cosplay. El hacerlo comodo, sujeto y natural. Hay, por ejemplo, hombreras que som imposibles de llevar. Un saludo y gracias por mostrar un poco mas de tu trabajo.
Sí, de hecho en la charla que di sobre armaduras de goma eva iba a hablar de eso, pero me llevé una versión anterior del PowerPoint y se me olvidó por completo XDDD Tengo que hacer un post sobre enganches y esas cosas.